Cuando se acerca el Torneo Clausura 2008 y la Copa Libertadores 2008, recordamos los dos títulos argentos del 2007 a nivel de clubes: Boca Juniors y su triunfo ante Gremio y la vuelta en Porto Alegre, junto al campeonato local obtenido por Lanús, una fecha antes de finalizar el Apertura.
LVBP / El camino al título
jueves, 24 de enero de 2008
jueves, 17 de enero de 2008
Opinión / LVBP
Sed de campeón
Justo después de cumplir el compromiso número 74 de la contienda 2007-2008, los felinos se ubicaron en el primer puesto, por encima de los encendidos Cardenales de Lara y con una ventaja casi inalzancable para los Tiburones de La Guaira, Caribes de Anzoátegui y Bravos de Margarita. Están, otra vez, donde nadie llega, un lugar al que solo acceden los conjuntos que saben minimizar el margen de error, siempre implícito en un partido de pelota.
Esos aires triunfales ambientan a los Cardenales de Lara, luego de puntear el round robin durante los diez primeros choques. Sin embargo, con el transitar de la postemporada los bengalíes consiguieron la fórmula para lograrlo con un solo ventarrón y así sumar los triunfos a partir del trabajo de sus lanzadores, así como lo hicieron en la ronda regular. Entre el 8 y el 13 de enero realizaron tres blanqueos. Uno con Cory Bailey en el morrito y los otros dos apuntalados por el brazo derecho del boricua José Rafael Santiago.
La mezcla compactó y sirvió para que, hasta ahora, acumularan seis triunfos corridos y por ende el asalto a la punta, que ahora comparten con los crepusculares a falta de cinco disputas para finalizar el todos contra todos del playoff. ¿El motivo del éxito?, aparte de la mejoría en el pitcheo, el aporte de una ofensiva implacable que se compaginó a raíz del one-two compuesto por Alberto Callaspo y Luis Rodríguez.
Entre ambos se dividieron los chispazos que encendían la mecha hasta calentar los maderos del plantel selvático. Callaspo fue el más destacado durante ese lapso, al ligar 13 cañonazos en 24 viajes oficiales, mientras llevó a ocho compañeros al plato y se engomó otras cinco veces. Números que lo ubican como líder bate de la semifinal(.478) y que comprueban su estatus dentro del béisbol organizado, como chocador de pelota con velocidad en las bases y polivalencia como jugador de posición. Así, hasta las dudas que surgieron sobre su continuidad, después del cuestionamiento al que ha sido expuesto el gerente general de los Reales de Kansas City, Dayton Moore, acerca de la entrega de un abridor como Brian Buckner por Callaspo, ni presentan argumento dentro del béisbol de hoy en día, ni tienen cabida en el entorno del hábil criollo, quien ahora pretende establecerse en las mayores jugando para un conjunto del joven circuito.
Volviendo a la relampagueante dupla de inicio, de la toletería regular de Bailey, Rodríguez no ha dejado de hacer lo que sabe: batear. Si hay un toletero de postemporada en la Lvbp de los últimos años, capaz de ligar y rendir en cada turno, ese es el ahora grandeliga de los Padres de San Diego. Los números hablan por sí solos y con el madero Rodríguez ha respondido en sus cuatro participaciones de postemporada con los aragüeños, promediando .350 (203-71) con 25 anotadas y 25 fletadas. Siempre útil y habilidoso por demás, sumando también su trabajo defensivo alrededor del segundo cojín junto a Ronny Cedeño.
Rodríguez presentó molestias en su espalda y debió ausentarse durante el fin de semana, aunque su regreso está casi garantizado para mediados de semana. Aún así, el infielder ligó siete incogibles en 15 turnos durante la segunda semana de round robin.
DE MEMORIA – El ganar repetido se afianzó en la mentalidad felina y junto al metódico, riguroso y disciplinado sistema del manager Bailey, la alineación se mantuvo intocable. Después de Callaspo y Rodríguez, se presenta Edgardo Alfonzo, otro que alargó los bombardeos de la racha en la que promediaron 7.7 carreras por partido. El mirandino despachó 10 cohetes en 27 apariciones, con seis anotadas e igual número de fletadas.
Después de Alfonzo, Miguel Cabrera, seguido de Héctor Giménez o Rubén Salazar. Luego, en la parte de abajo, Alex y Wilfredo Romero, Luis Maza y Ronny Cedeño se alternan entre el sexto, séptimo y octavo turno, antes del receptor, que es la única variante fija de Bailey, movilizando a Alex Delgado y Raúl Chávez, dos caretas con la sapiencia necesaria para encarar etapas de este tipo. Amoldado a lo Bailey.
Federico Rojas Martínez
miércoles, 16 de enero de 2008
Con más de 650 episodios de actuación, los Tigres de Aragua aparecen como ese mismo favorito que saltó a la fase definitoria de las últimas cuatro contiendas, bajo la tutela de Welby Bailey, quien supo engranar una base de peloteros criollos con importados de calidad, que junto a los refuerzos aparenta ese peso de ganador, esa etiqueta de campeón que se acreditaron al ganar tres veces desde la 2003-2004.
Justo después de cumplir el compromiso número 74 de la contienda 2007-2008, los felinos se ubicaron en el primer puesto, por encima de los encendidos Cardenales de Lara y con una ventaja casi inalzancable para los Tiburones de La Guaira, Caribes de Anzoátegui y Bravos de Margarita. Están, otra vez, donde nadie llega, un lugar al que solo acceden los conjuntos que saben minimizar el margen de error, siempre implícito en un partido de pelota.
Esos aires triunfales ambientan a los Cardenales de Lara, luego de puntear el round robin durante los diez primeros choques. Sin embargo, con el transitar de la postemporada los bengalíes consiguieron la fórmula para lograrlo con un solo ventarrón y así sumar los triunfos a partir del trabajo de sus lanzadores, así como lo hicieron en la ronda regular. Entre el 8 y el 13 de enero realizaron tres blanqueos. Uno con Cory Bailey en el morrito y los otros dos apuntalados por el brazo derecho del boricua José Rafael Santiago.
La mezcla compactó y sirvió para que, hasta ahora, acumularan seis triunfos corridos y por ende el asalto a la punta, que ahora comparten con los crepusculares a falta de cinco disputas para finalizar el todos contra todos del playoff. ¿El motivo del éxito?, aparte de la mejoría en el pitcheo, el aporte de una ofensiva implacable que se compaginó a raíz del one-two compuesto por Alberto Callaspo y Luis Rodríguez.
Entre ambos se dividieron los chispazos que encendían la mecha hasta calentar los maderos del plantel selvático. Callaspo fue el más destacado durante ese lapso, al ligar 13 cañonazos en 24 viajes oficiales, mientras llevó a ocho compañeros al plato y se engomó otras cinco veces. Números que lo ubican como líder bate de la semifinal(.478) y que comprueban su estatus dentro del béisbol organizado, como chocador de pelota con velocidad en las bases y polivalencia como jugador de posición. Así, hasta las dudas que surgieron sobre su continuidad, después del cuestionamiento al que ha sido expuesto el gerente general de los Reales de Kansas City, Dayton Moore, acerca de la entrega de un abridor como Brian Buckner por Callaspo, ni presentan argumento dentro del béisbol de hoy en día, ni tienen cabida en el entorno del hábil criollo, quien ahora pretende establecerse en las mayores jugando para un conjunto del joven circuito.
Volviendo a la relampagueante dupla de inicio, de la toletería regular de Bailey, Rodríguez no ha dejado de hacer lo que sabe: batear. Si hay un toletero de postemporada en la Lvbp de los últimos años, capaz de ligar y rendir en cada turno, ese es el ahora grandeliga de los Padres de San Diego. Los números hablan por sí solos y con el madero Rodríguez ha respondido en sus cuatro participaciones de postemporada con los aragüeños, promediando .350 (203-71) con 25 anotadas y 25 fletadas. Siempre útil y habilidoso por demás, sumando también su trabajo defensivo alrededor del segundo cojín junto a Ronny Cedeño.
Rodríguez presentó molestias en su espalda y debió ausentarse durante el fin de semana, aunque su regreso está casi garantizado para mediados de semana. Aún así, el infielder ligó siete incogibles en 15 turnos durante la segunda semana de round robin.
DE MEMORIA – El ganar repetido se afianzó en la mentalidad felina y junto al metódico, riguroso y disciplinado sistema del manager Bailey, la alineación se mantuvo intocable. Después de Callaspo y Rodríguez, se presenta Edgardo Alfonzo, otro que alargó los bombardeos de la racha en la que promediaron 7.7 carreras por partido. El mirandino despachó 10 cohetes en 27 apariciones, con seis anotadas e igual número de fletadas.
Después de Alfonzo, Miguel Cabrera, seguido de Héctor Giménez o Rubén Salazar. Luego, en la parte de abajo, Alex y Wilfredo Romero, Luis Maza y Ronny Cedeño se alternan entre el sexto, séptimo y octavo turno, antes del receptor, que es la única variante fija de Bailey, movilizando a Alex Delgado y Raúl Chávez, dos caretas con la sapiencia necesaria para encarar etapas de este tipo. Amoldado a lo Bailey.
Por si fuera poco, el tema del jardín derecho parece resuelto, con el regreso de Alex Romero al nivel competitivo que lo hizo figura en la pasada contienda. Esta era una de las incógnitas de Bailey de cara a la postemporada, pero tanto Wilfredo Romero como Martín Prado cumplieron con su rol antes de su notable cambio de actitud.
Con sed más que hambre, Aragua sigue maniobrando ofensivas en defensa de su título y en procura de su séptimo gallardete, con el que escalarían al tercer puesto entre los equipos más ganadores del circuito venezolano, lugar que ocupan los Tiburones de La Guaira.
jueves, 10 de enero de 2008
Opinión / LVBP
Lara comanda
Federico Rojas Martínez
Foto: Germán Lugo
martes, 08 de enero de 2008
Giovanni Carrara, Géremi González, Rich Dorman y Andrew Lorraine demostraron que están a tono para lo que se presagia como una de las postemporadas más parejas desde que se implantó el sistema de todos contra todos. Al menos eso demostraron en sus primeras aperturas, en las que se combinaron para marca de 2-0 con 2.32 de efectividad en 27.1 entradas, lapso en el que recibieron 19 imparables, otorgaron seis pasaportes y guillotinaron a 15 contrarios.
Mientras, el relevo no se ha salido de la guía que usó Luis Sojo durante la temporada regular. El derecho Iván Blanco se ha ocupado del trabajo intermedio y aunque ha recibido cierto castigo, ha podido solventar instancias importantes de los primeros lauros de su equipo.
El mirandino suele entregarle la responsabilidad al estadounidense Scott Patterson, un diestro que sabe complicar a sus rivales con la buena localización de su recta humeante y una especie de slider que muere en ambas esquinas del plato.
Con menor eficiencia pero con la misma disposición aparece el zurdo César Jiménez, como otra carta del bullpen que armó Sojo y su cuerpo técnico. El cumanés ha respondido como en la ronda regular (3-0 / 0.77 Efe) y ha completado episodios relevantes en un triunfo ante los Tigres y otro ante los Caribes. El otro siniestro que está a disposición de Sojo es el zuliano Roger Luque, quien ha sido empleado con menos continuidad, para encarar turnos clave ante bateadores zurdos.
El mirandino Marcos Carvajal también ha tenido su dosis de trabajo en los tramos intermedios, pero no tan efectivo como Blanco. Éste le ha servido poco a Sojo pero todavía su presencia implica cierta profundidad en esa parte.
Por su parte, el grandeliga Juan Rincón se ha ocupado del cerrojo y vaya que lo ha sabido aprovechar, con un triunfo, dos rescates y cinco ponches en 4.1 actos.
Con el madero han podido maquinar las rayitas necesarias para alcanzar los cuatro primeros éxitos. Marco Scutaro, Adam Jones y Robert Pérez conforman un temible tridente que es complementado por la sapiencia de bateadores con trayectoria como Tomás Pérez, Selwyn Langaigne y Luis Ugueto.
Ese trío, que compone el corazón ofensivo de los crepusculares, acumula 22 inatrapables en 63 viajes, con 10 anotadas y cinco remolques. Nada explosivo, pero que al combinarse resulta en un dolor de cabeza para los lanzadores contrarios.
Las jugadas de rutina se han hecho casi a la perfección, destacando el patrullaje de Jones en la pradera central y la dupla Isturiz-Scutaro alrededor de la intermedia. Un par de pifias de Luis Ugueto y una extraña maniobra de Robert Pérez ante un cuadrangular de Alex Romero mancharon el desempeño defensivo de las primeras de cambio, sin embargo, ello no tuvo mayor peso en los resultados obtenidos.
Volando alto
- Colectivamente, Cardenales tiene el mejor promedio ofensivo con .260, producto de 49 incogibles en 171 viajes.
Federico Rojas Martínez
Foto: Germán Lugo
martes, 08 de enero de 2008
Aun cuando apenas transcurrió la primera semana de round robin, la lógica aparece inscrita en la trama de una nueva historia de postemporada de la Lvbp. Y es que si acotamos la máxima del béisbol que dice que en series cortas predomina el pitcheo, tendríamos que deducir, por lo que hemos apreciado, que la efectividad de los serpentineros ha marcado la pauta de esta primera etapa.
En primera instancia cabe destacar la labor del cuerpo de abridores de los Cardenales de Lara. Un grupo de veteranos que junto a los jóvenes ha podido engranar una rotación y un bullpen tan compacto que ni precisaría de refuerzos para una eventual participación en República Dominicana.
Giovanni Carrara, Géremi González, Rich Dorman y Andrew Lorraine demostraron que están a tono para lo que se presagia como una de las postemporadas más parejas desde que se implantó el sistema de todos contra todos. Al menos eso demostraron en sus primeras aperturas, en las que se combinaron para marca de 2-0 con 2.32 de efectividad en 27.1 entradas, lapso en el que recibieron 19 imparables, otorgaron seis pasaportes y guillotinaron a 15 contrarios.
Mientras, el relevo no se ha salido de la guía que usó Luis Sojo durante la temporada regular. El derecho Iván Blanco se ha ocupado del trabajo intermedio y aunque ha recibido cierto castigo, ha podido solventar instancias importantes de los primeros lauros de su equipo.
El mirandino suele entregarle la responsabilidad al estadounidense Scott Patterson, un diestro que sabe complicar a sus rivales con la buena localización de su recta humeante y una especie de slider que muere en ambas esquinas del plato.
Con menor eficiencia pero con la misma disposición aparece el zurdo César Jiménez, como otra carta del bullpen que armó Sojo y su cuerpo técnico. El cumanés ha respondido como en la ronda regular (3-0 / 0.77 Efe) y ha completado episodios relevantes en un triunfo ante los Tigres y otro ante los Caribes. El otro siniestro que está a disposición de Sojo es el zuliano Roger Luque, quien ha sido empleado con menos continuidad, para encarar turnos clave ante bateadores zurdos.
El mirandino Marcos Carvajal también ha tenido su dosis de trabajo en los tramos intermedios, pero no tan efectivo como Blanco. Éste le ha servido poco a Sojo pero todavía su presencia implica cierta profundidad en esa parte.
Por su parte, el grandeliga Juan Rincón se ha ocupado del cerrojo y vaya que lo ha sabido aprovechar, con un triunfo, dos rescates y cinco ponches en 4.1 actos.
Con el madero han podido maquinar las rayitas necesarias para alcanzar los cuatro primeros éxitos. Marco Scutaro, Adam Jones y Robert Pérez conforman un temible tridente que es complementado por la sapiencia de bateadores con trayectoria como Tomás Pérez, Selwyn Langaigne y Luis Ugueto.
Ese trío, que compone el corazón ofensivo de los crepusculares, acumula 22 inatrapables en 63 viajes, con 10 anotadas y cinco remolques. Nada explosivo, pero que al combinarse resulta en un dolor de cabeza para los lanzadores contrarios.
Las jugadas de rutina se han hecho casi a la perfección, destacando el patrullaje de Jones en la pradera central y la dupla Isturiz-Scutaro alrededor de la intermedia. Un par de pifias de Luis Ugueto y una extraña maniobra de Robert Pérez ante un cuadrangular de Alex Romero mancharon el desempeño defensivo de las primeras de cambio, sin embargo, ello no tuvo mayor peso en los resultados obtenidos.
Volando alto
- Colectivamente, Cardenales tiene el mejor promedio ofensivo con .260, producto de 49 incogibles en 171 viajes.
- Giovanni Carrara es el lanzador con más entradas lanzadas en series de round robin con 253.1 episodios en un total de 76 presentaciones, otro renglón que domina con comodidad.
- El diestro de 39 años de edad es el segundo más ganador con 16 laureles, detrás de Edwin Hurtado y sus 20 victorias.
- Por si fuera poco, Carrara es el líder en ponches propinados con 185. De los peloteros activos, los que más se le acercan son Horacio Estrada y Géremi González con 107 y 105, respectivamente.
- En 253.1 episodios de por vida en round robin, el anzoatiguense registra 2.81 de efectividad.
Opinión / LVBP
Con un pie
Federico Rojas Martínez
miércoles, 26 de diciembre de 2007
Cuando todo parecía encaminado, los litoralenses sufrieron un duro traspié, al caer hasta cuatro veces durante uno de los períodos más complicados, por tratarse de la recta final y por las circunstancias por las que atraviesa la tabla de clasificación, que tiene a cuatro equipos en procura de un cupo para jugar en enero.
Después de ganar cuatro partidos en la décima semana de acción, La Guaira vio como su rendimiento era opacado por los dos equipos que hasta ahora tienen su presencia garantizada en la siguiente fase, Caribes y Tigres, quienes le propinaron par de zancadillas para apretar aun más la disputa por la clasificación.
Entre jueves y domingo registraron marca de 2-2, para ubicarse un un lugar que le permitiría jugar la siguiente fase. Y es que mientras Caracas estaba de gira y sumaba laureles, los escualos aprovecharon la división de honores entre capitalinos y Águilas del Zulia, que aunado al terrible momento que viven los Navegantes del Magallanes, les permitió terminar en el quinto lugar antes de la llegada del Niño Jesús.
Clave - Si bien el registro fue negativo, ello no implicó una modificación en su posición, gracias a la destacable actuación del pitcheo, que se combinó en las dos victorias para evitar dos caídas ante los siempre peligrosos Tigres de Aragua, un rival que encararon tres veces, dos de ellas como visitante.
El puertorriqueño Willie Collazo realizó dos presentaciones de calidad ante los bengalíes y aunque ganó una y en la otra salió sin decisión, el zurdo demostró que está para el reto y se acopló al sistema de la pelota venezolana, que con el pasar de los años ha adquirido mayor nivel en lo que a rendimiento y desempeño del talento joven se refiere.
Collazo completó 14.2 episodios durante sus dos salidas ante los campeones defensores, en las que le conectaron 13 imparables mientras toleró apenas tres anotaciones.
Desde el morrito, el lanzador mostró su planteamiento para encarar situaciones de éste tipo. Apeló a la mezcla de pitcheos con un trabajo minucioso en la localización, lo que le permitió mantener fuera de balance a los bateadores que puso Welby Bailey en las dos presentaciones.
“Tengo que cambiar velocidad para mantenerlos a ellos (los bateadores) fuera de balance. No soy un lanzador de gran velocidad. Es más bien localizar y cambiar la velocidad”, explicó el zurdo.
Con esta labor, en la que Collazo regaló un solo pasaporte y guillotinó a seis contrarios, la rotación de los escualos consiguió la compaginación que requiere un equipo de postemporada y vaya manera de hacerlo, ante su público, a pocas horas de la llegada del niño y con la satisfacción de aportar para su club en un momento tan importante.
El público fue agradecido con el grandeliga y le correspondieron con una enérgica ovación que coreaba “Collazo, Collazo”, al ritmo de la samba de la tribuna derecha del parque de la UCV.
“Aquí hay mucha gente [...] Es un éxito, eso es lo mejor”, dijo el boricua con respecto al calor de la afición guairista.
Dicha situación generó tanta alegría en la cueva de los litoralenses que hasta Francisco Arocha, presidente de la divisa y quien es un hombre de pocos gestos emocionales, tenía una sonrisa estampada en su rostro el pasado 23 de diciembre, que era imposible esconder.
Collazo dejó un sabor dulce en las mentes saladas que se dispusieron a disfrutar de las festividades con la sensación de estar en la postemporada, un tema que se habla en voz baja, pero que se respira en el clubhouse, con aspiraciones expuestas en voz alta: “Si dividimos con Bravos, clasificamos”, se escuchó decir a uno de los asistentes de la organización, después del triunfo del domingo. Volverá Jesús, se acercará enero y Collazo tendrá otra oportunidad de apuntalar a su equipo hacia la siguiente fase.
Guante amarra madera – Durante la penúltima semana de acción, los Tiburones ligaron para .262(19-51) y promediaron cuatro carreras por partido. Cifras con las que se podía pelear para ganar más que dos de seis presentaciones.
Sin embargo, la defensiva les jugó una mala pasada y no pudieron siquiera jugar para .500. En la semana cometieron nueve errores y dejaron el registro mencionado, mientras que en los 11 partidos previos incurrieron en seis pifias y registraron 8-3.
Días atrás, Subero mencionó que no cambiaría el pitcheo y la defensa por nada, por lo que si se busca cerrar fuerte, el trabajo de Collazo debería servir de ejemplo para los responsables de resguardar las carreras, y así como lo hizo con la pelota, expresó su compromiso ante los micrófonos: “Aquí hay que ganar, tenemos que olvidarnos de los demás equipos y hacer nuestro trabajo [...]Tenemos que ir juego por juego y ganar al menos dos de cuatro”, sentenció el abridor que ahora tiene marca de 3-2 con 3.02 de efectividad.
Notas:
Federico Rojas Martínez
miércoles, 26 de diciembre de 2007
No hay otra manera de sintetizar los éxitos del béisbol que resaltando la tarea de un serpentinero, uno bueno, de esos que tira strikes y no deja que el bateador se aproveche de sus errores para apoderarse de la cuenta.
En la décima primera semana de ronda regular, la penúltima de la actual contienda, se recaudaron varios episodios de ese tipo de trabajo monticular, dentro del staff de lanzadores de Tiburones de La Guaira, el equipo que tomó Carlos Subero al terminar noviembre y que por ahora es el quinto clasificado para la postemporada.
Cuando todo parecía encaminado, los litoralenses sufrieron un duro traspié, al caer hasta cuatro veces durante uno de los períodos más complicados, por tratarse de la recta final y por las circunstancias por las que atraviesa la tabla de clasificación, que tiene a cuatro equipos en procura de un cupo para jugar en enero.
Después de ganar cuatro partidos en la décima semana de acción, La Guaira vio como su rendimiento era opacado por los dos equipos que hasta ahora tienen su presencia garantizada en la siguiente fase, Caribes y Tigres, quienes le propinaron par de zancadillas para apretar aun más la disputa por la clasificación.
Entre jueves y domingo registraron marca de 2-2, para ubicarse un un lugar que le permitiría jugar la siguiente fase. Y es que mientras Caracas estaba de gira y sumaba laureles, los escualos aprovecharon la división de honores entre capitalinos y Águilas del Zulia, que aunado al terrible momento que viven los Navegantes del Magallanes, les permitió terminar en el quinto lugar antes de la llegada del Niño Jesús.
Clave - Si bien el registro fue negativo, ello no implicó una modificación en su posición, gracias a la destacable actuación del pitcheo, que se combinó en las dos victorias para evitar dos caídas ante los siempre peligrosos Tigres de Aragua, un rival que encararon tres veces, dos de ellas como visitante.
El puertorriqueño Willie Collazo realizó dos presentaciones de calidad ante los bengalíes y aunque ganó una y en la otra salió sin decisión, el zurdo demostró que está para el reto y se acopló al sistema de la pelota venezolana, que con el pasar de los años ha adquirido mayor nivel en lo que a rendimiento y desempeño del talento joven se refiere.
Collazo completó 14.2 episodios durante sus dos salidas ante los campeones defensores, en las que le conectaron 13 imparables mientras toleró apenas tres anotaciones.
Desde el morrito, el lanzador mostró su planteamiento para encarar situaciones de éste tipo. Apeló a la mezcla de pitcheos con un trabajo minucioso en la localización, lo que le permitió mantener fuera de balance a los bateadores que puso Welby Bailey en las dos presentaciones.
“Tengo que cambiar velocidad para mantenerlos a ellos (los bateadores) fuera de balance. No soy un lanzador de gran velocidad. Es más bien localizar y cambiar la velocidad”, explicó el zurdo.
Con esta labor, en la que Collazo regaló un solo pasaporte y guillotinó a seis contrarios, la rotación de los escualos consiguió la compaginación que requiere un equipo de postemporada y vaya manera de hacerlo, ante su público, a pocas horas de la llegada del niño y con la satisfacción de aportar para su club en un momento tan importante.
El público fue agradecido con el grandeliga y le correspondieron con una enérgica ovación que coreaba “Collazo, Collazo”, al ritmo de la samba de la tribuna derecha del parque de la UCV.
“Aquí hay mucha gente [...] Es un éxito, eso es lo mejor”, dijo el boricua con respecto al calor de la afición guairista.
Dicha situación generó tanta alegría en la cueva de los litoralenses que hasta Francisco Arocha, presidente de la divisa y quien es un hombre de pocos gestos emocionales, tenía una sonrisa estampada en su rostro el pasado 23 de diciembre, que era imposible esconder.
Collazo dejó un sabor dulce en las mentes saladas que se dispusieron a disfrutar de las festividades con la sensación de estar en la postemporada, un tema que se habla en voz baja, pero que se respira en el clubhouse, con aspiraciones expuestas en voz alta: “Si dividimos con Bravos, clasificamos”, se escuchó decir a uno de los asistentes de la organización, después del triunfo del domingo. Volverá Jesús, se acercará enero y Collazo tendrá otra oportunidad de apuntalar a su equipo hacia la siguiente fase.
Guante amarra madera – Durante la penúltima semana de acción, los Tiburones ligaron para .262(19-51) y promediaron cuatro carreras por partido. Cifras con las que se podía pelear para ganar más que dos de seis presentaciones.
Sin embargo, la defensiva les jugó una mala pasada y no pudieron siquiera jugar para .500. En la semana cometieron nueve errores y dejaron el registro mencionado, mientras que en los 11 partidos previos incurrieron en seis pifias y registraron 8-3.
Días atrás, Subero mencionó que no cambiaría el pitcheo y la defensa por nada, por lo que si se busca cerrar fuerte, el trabajo de Collazo debería servir de ejemplo para los responsables de resguardar las carreras, y así como lo hizo con la pelota, expresó su compromiso ante los micrófonos: “Aquí hay que ganar, tenemos que olvidarnos de los demás equipos y hacer nuestro trabajo [...]Tenemos que ir juego por juego y ganar al menos dos de cuatro”, sentenció el abridor que ahora tiene marca de 3-2 con 3.02 de efectividad.
Notas:
- Danny Sandoval está envuelto en una cadena de siete partidos corridos con al menos un imparable. En ese lopso, el infielder ligó 11 cohetes en 29 viajes.
- Liu Rodríguez también acumula siete partidos seguidos con imparable, sumando 10 inatrapables en 25 veces.
- El receptor Edwin Bellorín sigue siendo evaluado día a día, para que se recupere de una lesión en su pierna izquierda.
- El lanzador Brandon Puffer entró en nómina por Kevin Barry, quien debió regresar a EE UU por problemas en su cuello. Puffer está listo para entrar en acción.
- El también lanzador, Gustavo Mata, podría ser incorporado al roster durante la semana final de ronda regular.
- Liu Rodríguez también acumula siete partidos seguidos con imparable, sumando 10 inatrapables en 25 veces.
- El receptor Edwin Bellorín sigue siendo evaluado día a día, para que se recupere de una lesión en su pierna izquierda.
- El lanzador Brandon Puffer entró en nómina por Kevin Barry, quien debió regresar a EE UU por problemas en su cuello. Puffer está listo para entrar en acción.
- El también lanzador, Gustavo Mata, podría ser incorporado al roster durante la semana final de ronda regular.
Opinión / LVBP
Haciendo el guiso para hacer enero
En teoría, el término “hallaca” proviene del guaraní, un dialecto que definió esta palabra como “mezcla” en español, y La Guaira, que hace dos semanas miraba la clasificación desde el foso, juntó todos los componentes necesarios para regresar a la lucha con todo el sazón que implica pelear un “todos contra todos” de 63 disputas.
Con cuatro triunfos en seis compromisos, los escualos vivieron otra semana positiva, la segunda corrida, que casualmente coincide con el mismo período de trabajo del timonel Carlos Subero. ¿Qué habrá hecho el estratega de 35 años?, ¿será la identificación previa con el Club?, o, ¿será su presencia como una variante que reanimó la voluntad colectiva del plantel?.
En principio, los números están para respaldar hechos. Al menos en lo que a béisbol se refiere, su influencia es un medidor de rendimiento aunque ello, en este caso, no implique una explicación sobre el factor Subero. Ese ambiente que ahora se respira en la cueva de los salados.
Con el madero, las bujías de la décima étapa fueron Alex Sánchez y Oscar Salazar. Entre ambos, ligaron para .357 con 16 anotadas y diez remolques. Cargaron con la ofensiva del equipo y le respondieron a Subero, quien los ubicó en el tercer y cuarto puesto de la alineación, respectivamente.
Volviendo al tema culinario, en la preparación se recomienda resguardar el guiso por un día, para dedicarle otra jornada a la elaboración de la masa, al día siguiente. Con esas mismas premisas jugó La Guaira al momento de defender las carreras. Los lanzadores estuvieron protegidos por el buen accionar de los jugadores de posición y respondieron con 53 episodios de labor monticular y 3.39 de efectividad, durante el lapso comprendido entre 11 y 16 de diciembre.
Un último detalle culmina con la preparación de un buen guiso para hallacas: el papelón y la harina de maíz, un factor que le termina de dar sazón a la mezcla, así como el impecable trabajo defensivo de La Guaira, que terminó de compactar su maquinaria con un resguardo que solo se vio opacado por una pifia de Liu Rodríguez ante un batazo de Miguel Montero, durante ese mismo encuentro en el que se impusieron 2-0 a los insulares.
Parte del proceso evolutivo de los Tiburones, a lo largo de la presente zafra, fue la destitución de Roberto Espinoza como instructor de pitcheo, quien fue sustituido por uno de los compañeros de Subero en el Caracas, Carlos Pérez.
“Aquí estamos, con el proyecto de Carlos (Subero). Estamos casi reorganizados para dar la pelea”, dijo Pérez con respecto al presente escualo.
Además, el caraqueño reconoció que estaba al tanto del nuevo panorama: “Conozco a muchos de estos lanzadores. Eso es importante a la hora de comunicarnos”, confesó.
Con casi todo armado para la semana final, tanto Pérez como Subero tienen la tarea de definir la labor de Ángel Tovar, quien podría estar en el octavo como el preparador del camino para el puertorriqueño Albaladejo y el Kid, quien no se ha visto tan dominante en sus últimas cuatro presentaciones: 4.1 episodios, cuatro carreras con cinco imparables, un pasaporte y seis guillotinas. Salvó uno y desperdició una oportunidad de registrar otro.
“Tovar podría ser setup. Es lo mejor que he visto desde que estoy aquí”, afirmó Subero, mientras resaltó el repertorio del derecho, que incluye “una recta viva en descenso y una slider con acción tarde”.
A ciencia cierta, sería casi imposible realizar una mezcla que explique el fenómeno de los últimos días en el conjunto del litoral central, una mezcla tan exitosa y casi tan amoldada como la minuciosa combinación del guiso de hallacas. Y Subero, que le busca respuesta a todo, lo dijo de forma general: “Pasa que todos los partidos son importantes. Los muchachos están motivados y hay una química tremenda. La oportunidad de ver a los más jóvenes nos ha permitido darle mayor unión al equipo”, explicó.
Pero luego fue más específico y nos dio los argumentos que podrían responder al cambio de actitud de la divisa que esta campaña cumplió 45 años de existencia. “El pitcheo abridor ha respondido, el relevo ha hecho lo suyo, la defensa ha estado tremenda y la ofensiva con buen timing [...]Un buen pitcheo nos da la oportunidad de pelear cada juego y explotar en un inning con un rally de carreras.
Notas:
DÍAS OSCUROS – Tan nublada como la capital en los últimos días, los Leones afrontan la peor situación para cualquier equipo en lo que va de campaña. Empezarán la penúltima semana en el sótano, a tres juegos de la pelea y con ciertas incógnitas en su plantel.
Con un triunfo y cinco reveses, los selváticos quedaron al borde del precipicio. Dos veces seguidas ante Magallanes, una ante Cardenales, otra ante Tiburones y finalmente ante Tigres, fueron las caídas una tras otra, durante la décima semana que acumularon las 30 en la contienda. Todo parece desmoronarse en el conjunto capitalino, aunque las posibilidades clasificatorias continúan intactas.
Nada le salió bien a Hernández la pasada semana y ahora, para terminar de redondear el asunto, Brian Slocum, quien fuera el mejor abridor importado que trajo la gerencia para la 07-08, dejará al equipo.
Mientras, como una especie de consuelo, Bob Abreu termina de cumplir sus compromisos con los Yanquis y Alex González repotenció la línea central con su incorporación tardía. ¿Tendrán peso en una tentativa reacción?. González apareció casi a plenitud de condiciones, mientras Abreu brilla por su ausencia, tanto así, que entre la afición caraquista no pareciera extrañarsele.
Con 11 partidos pendientes, Caracas tendrá que sumar casi a la perfección para llegar con vida a enero.
Notas:
Velandia 3b
Ave .290 con 16 CI en 100 Vb. Contacto y sólida defensa
Sánchez Lf
Ave .287 con 12 CI en 87 Vb. Encendido, rápido y agresivo
Federico Rojas Martínez
lunes, 17 de diciembre de 2007
Tan caliente como un caldero que espera los ingredientes de un guiso para hallacas están los Tiburones de La Guaira, quienes terminaron la décima semana de ronda regular con buen pie, en un momento en el que se empieza a definir la tabla clasificatoria de cara a la postemporada.
En teoría, el término “hallaca” proviene del guaraní, un dialecto que definió esta palabra como “mezcla” en español, y La Guaira, que hace dos semanas miraba la clasificación desde el foso, juntó todos los componentes necesarios para regresar a la lucha con todo el sazón que implica pelear un “todos contra todos” de 63 disputas.
Con cuatro triunfos en seis compromisos, los escualos vivieron otra semana positiva, la segunda corrida, que casualmente coincide con el mismo período de trabajo del timonel Carlos Subero. ¿Qué habrá hecho el estratega de 35 años?, ¿será la identificación previa con el Club?, o, ¿será su presencia como una variante que reanimó la voluntad colectiva del plantel?.
En principio, los números están para respaldar hechos. Al menos en lo que a béisbol se refiere, su influencia es un medidor de rendimiento aunque ello, en este caso, no implique una explicación sobre el factor Subero. Ese ambiente que ahora se respira en la cueva de los salados.
Y es que las cuatro victorias fueron respaldadas por el teamwork que refleja la actualidad de la divisa. La producción fue muestra de ello, al promediar casi ocho carreras entre los laureles que sumó.
Para la preparación de una hallaca venezolana existen diversas recetas, pues cada región cuenta con su toque tradicional, la maña típica de cada familia, ese sazón peculiar que le aplica la madre o la abuela, que varía su confección. Claro, siempre será al gusto, como la carne de res y la gallina, que son parte imprescindible del guiso. Quiza, los mismos alimentos que le inyectaron los nutrientes a la ofensiva salada, que en colectivo ligó para .362 cuando ganaron, mientras cayeron a .239 en las dos derrotas. Una ante Cardenales a comienzo de semana y otra ante Caracas, un partido que casi dan vuelta.
Para la preparación de una hallaca venezolana existen diversas recetas, pues cada región cuenta con su toque tradicional, la maña típica de cada familia, ese sazón peculiar que le aplica la madre o la abuela, que varía su confección. Claro, siempre será al gusto, como la carne de res y la gallina, que son parte imprescindible del guiso. Quiza, los mismos alimentos que le inyectaron los nutrientes a la ofensiva salada, que en colectivo ligó para .362 cuando ganaron, mientras cayeron a .239 en las dos derrotas. Una ante Cardenales a comienzo de semana y otra ante Caracas, un partido que casi dan vuelta.
Con el madero, las bujías de la décima étapa fueron Alex Sánchez y Oscar Salazar. Entre ambos, ligaron para .357 con 16 anotadas y diez remolques. Cargaron con la ofensiva del equipo y le respondieron a Subero, quien los ubicó en el tercer y cuarto puesto de la alineación, respectivamente.
Volviendo al tema culinario, en la preparación se recomienda resguardar el guiso por un día, para dedicarle otra jornada a la elaboración de la masa, al día siguiente. Con esas mismas premisas jugó La Guaira al momento de defender las carreras. Los lanzadores estuvieron protegidos por el buen accionar de los jugadores de posición y respondieron con 53 episodios de labor monticular y 3.39 de efectividad, durante el lapso comprendido entre 11 y 16 de diciembre.
Entre todas las actuaciones, cabe descatar al puertorriqueño Willie Collazo, quien trabajó más de seis entradas de blanqueo ante los Bravos y Jesús Silva, el principal candidato al Pitcher del Año. El zurdo ganó y demostró que está para más. Todo le sale a La Guaira.
Un último detalle culmina con la preparación de un buen guiso para hallacas: el papelón y la harina de maíz, un factor que le termina de dar sazón a la mezcla, así como el impecable trabajo defensivo de La Guaira, que terminó de compactar su maquinaria con un resguardo que solo se vio opacado por una pifia de Liu Rodríguez ante un batazo de Miguel Montero, durante ese mismo encuentro en el que se impusieron 2-0 a los insulares.
Parte del proceso evolutivo de los Tiburones, a lo largo de la presente zafra, fue la destitución de Roberto Espinoza como instructor de pitcheo, quien fue sustituido por uno de los compañeros de Subero en el Caracas, Carlos Pérez.
“Aquí estamos, con el proyecto de Carlos (Subero). Estamos casi reorganizados para dar la pelea”, dijo Pérez con respecto al presente escualo.
Además, el caraqueño reconoció que estaba al tanto del nuevo panorama: “Conozco a muchos de estos lanzadores. Eso es importante a la hora de comunicarnos”, confesó.
Con casi todo armado para la semana final, tanto Pérez como Subero tienen la tarea de definir la labor de Ángel Tovar, quien podría estar en el octavo como el preparador del camino para el puertorriqueño Albaladejo y el Kid, quien no se ha visto tan dominante en sus últimas cuatro presentaciones: 4.1 episodios, cuatro carreras con cinco imparables, un pasaporte y seis guillotinas. Salvó uno y desperdició una oportunidad de registrar otro.
“Tovar podría ser setup. Es lo mejor que he visto desde que estoy aquí”, afirmó Subero, mientras resaltó el repertorio del derecho, que incluye “una recta viva en descenso y una slider con acción tarde”.
A ciencia cierta, sería casi imposible realizar una mezcla que explique el fenómeno de los últimos días en el conjunto del litoral central, una mezcla tan exitosa y casi tan amoldada como la minuciosa combinación del guiso de hallacas. Y Subero, que le busca respuesta a todo, lo dijo de forma general: “Pasa que todos los partidos son importantes. Los muchachos están motivados y hay una química tremenda. La oportunidad de ver a los más jóvenes nos ha permitido darle mayor unión al equipo”, explicó.
Pero luego fue más específico y nos dio los argumentos que podrían responder al cambio de actitud de la divisa que esta campaña cumplió 45 años de existencia. “El pitcheo abridor ha respondido, el relevo ha hecho lo suyo, la defensa ha estado tremenda y la ofensiva con buen timing [...]Un buen pitcheo nos da la oportunidad de pelear cada juego y explotar en un inning con un rally de carreras.
Yo no cambio nada por el pitcheo y la defensa”, declaró Subero acerca de las razones por las que los escualos asaltaron el cuarto lugar de la clasificación. Y en solitario. Por ello, cerrando la semana, la samba sonó con tanta fluidez y la bandera rojiazul ondeó por los predios de la afición guairista, como símbolos de un presente que pretende revivir un pasado que hasta la fecha suma 21 años de desaparición.
Notas:
Desde que Subero tomó las riendas, La Guaira tiene marca de 9-4. La gerencia de Tiburones anuncipo la contratación del patrullero dominicano, Rubén Mateo, quien tiene experiencia de seis años en las mayores, con Vigilantes, Rojos, Piratas y Reales. El derecho de 29 años tiene promedio de .250 en 876 turnos. En la semana, Alejandro Freire se lleva la mención especial, al disparar su imparable 500 en la Lvbp. Un sencillo dentro del cuadro ante Jesús Silva.
DÍAS OSCUROS – Tan nublada como la capital en los últimos días, los Leones afrontan la peor situación para cualquier equipo en lo que va de campaña. Empezarán la penúltima semana en el sótano, a tres juegos de la pelea y con ciertas incógnitas en su plantel.
Con un triunfo y cinco reveses, los selváticos quedaron al borde del precipicio. Dos veces seguidas ante Magallanes, una ante Cardenales, otra ante Tiburones y finalmente ante Tigres, fueron las caídas una tras otra, durante la décima semana que acumularon las 30 en la contienda. Todo parece desmoronarse en el conjunto capitalino, aunque las posibilidades clasificatorias continúan intactas.
Nada le salió bien a Hernández la pasada semana y ahora, para terminar de redondear el asunto, Brian Slocum, quien fuera el mejor abridor importado que trajo la gerencia para la 07-08, dejará al equipo.
Mientras, como una especie de consuelo, Bob Abreu termina de cumplir sus compromisos con los Yanquis y Alex González repotenció la línea central con su incorporación tardía. ¿Tendrán peso en una tentativa reacción?. González apareció casi a plenitud de condiciones, mientras Abreu brilla por su ausencia, tanto así, que entre la afición caraquista no pareciera extrañarsele.
Con 11 partidos pendientes, Caracas tendrá que sumar casi a la perfección para llegar con vida a enero.
Notas:
Harvey García estaría disponible a final de semana. “Me siento bien. Tengo dos meses sin lanzar, pero me he preparado como se debe”, dijo el grandeliga de los Marlins de Florida.
Equipos ideales para la recta final
Tiburones de La Guaira
Blanco Cf
Tercer mejor bateador de la Lvbp con .338. Regularidad y consistencia.
Equipos ideales para la recta final
Tiburones de La Guaira
Blanco Cf
Tercer mejor bateador de la Lvbp con .338. Regularidad y consistencia.
Velandia 3b
Ave .290 con 16 CI en 100 Vb. Contacto y sólida defensa
Sánchez Lf
Ave .287 con 12 CI en 87 Vb. Encendido, rápido y agresivo
Salazar 1b
21mo mejor bateador de la Lvbp .281. 8vo en CA con 30. Explosivo y polivalente
21mo mejor bateador de la Lvbp .281. 8vo en CA con 30. Explosivo y polivalente
Freire Bd
16mo bateador de la Lvbp con .297. En pleno resurgir.
16mo bateador de la Lvbp con .297. En pleno resurgir.
Acuña Rf
Ave .333 en últimos 21 turnos. Contacto y experiencia
Ave .333 en últimos 21 turnos. Contacto y experiencia
Rodríguez 2b
Con .309, es el 2do mejor bateador activo de la Lvbp con mínimo 1500 apariciones. Garantía defensiva para línea central.
Con .309, es el 2do mejor bateador activo de la Lvbp con mínimo 1500 apariciones. Garantía defensiva para línea central.
Bellorín C
Ave. 232 en 82 Vb. Prioridad defensiva. Madurez y compromiso
Ave. 232 en 82 Vb. Prioridad defensiva. Madurez y compromiso
Hernández Ss
Ave .217 en 120 Vb. Prioridad defensiva. Bate con ciertas debilidades.
Ave .217 en 120 Vb. Prioridad defensiva. Bate con ciertas debilidades.
Leones del Caracas
Foster Rf
Ave .273 en 6 Jj. Es el que tiene más vocación de abridor.
Foster Rf
Ave .273 en 6 Jj. Es el que tiene más vocación de abridor.
Scutaro 2b
Con .295 es el 5to mejor bateador de la Lvbp con al menos 1500 apariciones
Con .295 es el 5to mejor bateador de la Lvbp con al menos 1500 apariciones
Maldonado C
3er mejor bateador de la Lvbp con .341. Buena mascota con vocación ofensiva.
3er mejor bateador de la Lvbp con .341. Buena mascota con vocación ofensiva.
Cabrera Bd
Ave .290, 9 Jr, 21 Ci en 93 Vb. Poder y respuesta oportuna.
Ave .290, 9 Jr, 21 Ci en 93 Vb. Poder y respuesta oportuna.
Castillo Lf
2do mejor bateador de la Lvbp con .363. 5to en Ci con 30 y 8vo en Jr con 6.
2do mejor bateador de la Lvbp con .363. 5to en Ci con 30 y 8vo en Jr con 6.
Gutiérrez Cf
Ave .297 con 4 Jr en 67 Vb. Solidez defensiva.
Ave .297 con 4 Jr en 67 Vb. Solidez defensiva.
González Ss
3 hits en 8 turnos con anotada y remolcada.
3 hits en 8 turnos con anotada y remolcada.
Méndez 1b
Con .297, es el 4to mejor bateador activo de la Lvbp con mínimo 1500 apariciones. Defensivamente por encima del promedio.
Con .297, es el 4to mejor bateador activo de la Lvbp con mínimo 1500 apariciones. Defensivamente por encima del promedio.
Guzmán 3b
Ave .291 con 3 Jr y 11 Ci en 55 Vb.
Ave .291 con 3 Jr y 11 Ci en 55 Vb.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Opinión / LVBP
Larga travesía
Federico Rojas Martínez
lunes, 10 de diciembre de 2007
Tres semanas, 16 compromisos y casi cuatro mil kilómetros de recorrido, reflejan el pronóstico general de la recta final para los Leones del Caracas. En palabras más simples, el panorama visible. Esto sin entrar en detalles acerca del grado de dificultad de los días que definen quién queda y quién sigue.
Con la tabla clasificatoria apretada, los capitalinos tendrán que transitar por un arduo camino, para buscar el impulso que los meta de lleno entre los cinco primeros.
De los 16 choques pendientes, diez serán en la carretera y siete de esos se reparten en las plazas de los extremos laterales de la Lvbp: Maracaibo y Porlamar, por lo que el recorrido de la plantilla conllevará a un desgaste inevitable.
En lo que va de zafra, Caracas ganó seis y perdió 15 en la carretera, y frente a las Águilas tiene la serie igualada a un juego, por lo que el trajín parece más impactante. Entre el 19 y 29 de diciembre, viajarán dos veces a la capital zuliana. Desde el lunes 10 hasta el domingo 23, los selváticos disputarán 12 partidos, siete de ellos fuera de casa.
Si bien la décima semana implica casi una estadía en la capital, a excepción de una visita a Cardenales y otra a Tigres, la próxima semana iniciarán su travesía por el oriente y el occidente, para encarar dos veces a los rapaces y tres más a la tropa insular. Un lapso crítico para los dirigidos por Carlos Hernández, que tendrán que sumar en positivo para mantenerse en la pelea antes de la semana final.
Pero primero fue sábado que domingo y primero también serán dos disputas frente a Magallanes, las dos últimas veces que los eternos rivales se verán las caras en 2007. ¿Se medirán en enero? Pues, sin duda que enfrentamientos de esta magnitud, en lo que a contexto y ánimo se refiere, podría desatar un revulsivo sobre cualquiera de estos dos conjuntos. Serán dos batallas que pueden cambiar la historia y romper con la paridad de la tabla. Si dividen; todo igual. Quien gane ambos, quedaría muy bien parado, porque más que dos resultados positivos, dicha faena serviría de estímulo, ya que los dos quieren terminar de meterse en la pelea.
El 10 de diciembre de 2006, Caracas registraba 22 triunfos y 25 derrotas, su clasificación todavía estaba en juego y tenía que recorrer 3000 kilómetros para definirlo. Esta vez, transitará unos 3700 y dirá si estará o no, en enero.
FACTOR SUBERO – Carlos Subero se instaló como timonel de Tiburones y ya el cambio de ambiente es notable. Los resultados lo han respaldado y la recompactación parece un hecho. Ahora se percibe que faltaba un clima distendido y con Viñas esto se había estancado.
Desde que llegó el caraqueño, los escualos ganaron cinco de siete, prueba del efectivo rendimiento colectivo, que durante la novena semana promedió .298 en cinco partidos, con 3.00 de efectividad global y cuatro errores a la defensiva. Una mejoría que los ubicó a medio juego de la clasificación. De aquí a siete días, habrán novedades.
Federico Rojas Martínez
lunes, 10 de diciembre de 2007
Tres semanas, 16 compromisos y casi cuatro mil kilómetros de recorrido, reflejan el pronóstico general de la recta final para los Leones del Caracas. En palabras más simples, el panorama visible. Esto sin entrar en detalles acerca del grado de dificultad de los días que definen quién queda y quién sigue.
Con la tabla clasificatoria apretada, los capitalinos tendrán que transitar por un arduo camino, para buscar el impulso que los meta de lleno entre los cinco primeros.
De los 16 choques pendientes, diez serán en la carretera y siete de esos se reparten en las plazas de los extremos laterales de la Lvbp: Maracaibo y Porlamar, por lo que el recorrido de la plantilla conllevará a un desgaste inevitable.
En lo que va de zafra, Caracas ganó seis y perdió 15 en la carretera, y frente a las Águilas tiene la serie igualada a un juego, por lo que el trajín parece más impactante. Entre el 19 y 29 de diciembre, viajarán dos veces a la capital zuliana. Desde el lunes 10 hasta el domingo 23, los selváticos disputarán 12 partidos, siete de ellos fuera de casa.
Si bien la décima semana implica casi una estadía en la capital, a excepción de una visita a Cardenales y otra a Tigres, la próxima semana iniciarán su travesía por el oriente y el occidente, para encarar dos veces a los rapaces y tres más a la tropa insular. Un lapso crítico para los dirigidos por Carlos Hernández, que tendrán que sumar en positivo para mantenerse en la pelea antes de la semana final.
Pero primero fue sábado que domingo y primero también serán dos disputas frente a Magallanes, las dos últimas veces que los eternos rivales se verán las caras en 2007. ¿Se medirán en enero? Pues, sin duda que enfrentamientos de esta magnitud, en lo que a contexto y ánimo se refiere, podría desatar un revulsivo sobre cualquiera de estos dos conjuntos. Serán dos batallas que pueden cambiar la historia y romper con la paridad de la tabla. Si dividen; todo igual. Quien gane ambos, quedaría muy bien parado, porque más que dos resultados positivos, dicha faena serviría de estímulo, ya que los dos quieren terminar de meterse en la pelea.
El 10 de diciembre de 2006, Caracas registraba 22 triunfos y 25 derrotas, su clasificación todavía estaba en juego y tenía que recorrer 3000 kilómetros para definirlo. Esta vez, transitará unos 3700 y dirá si estará o no, en enero.
En caliente
- Desde el último desliz, en el que perdieron cuatro veces seguidas entre 14 y 17 de noviembre, Caracas tiene marca de 11-5.
- La figura de la semana fue el estadounidense Brian Slocum, quien trabajó un blanqueo de 6.1 episodios de un imparable (infieldhit de Endy Chávez). Le han hecho una carrera en 9.1 entradas.
- Desde el último desliz, en el que perdieron cuatro veces seguidas entre 14 y 17 de noviembre, Caracas tiene marca de 11-5.
- La figura de la semana fue el estadounidense Brian Slocum, quien trabajó un blanqueo de 6.1 episodios de un imparable (infieldhit de Endy Chávez). Le han hecho una carrera en 9.1 entradas.
- La última vez que el Caracas estuvo en la clasificación fue el 16 de octubre. En ese entonces figuraba en el quinto lugar, igualado con Tigres y Bravos.
FACTOR SUBERO – Carlos Subero se instaló como timonel de Tiburones y ya el cambio de ambiente es notable. Los resultados lo han respaldado y la recompactación parece un hecho. Ahora se percibe que faltaba un clima distendido y con Viñas esto se había estancado.
Desde que llegó el caraqueño, los escualos ganaron cinco de siete, prueba del efectivo rendimiento colectivo, que durante la novena semana promedió .298 en cinco partidos, con 3.00 de efectividad global y cuatro errores a la defensiva. Una mejoría que los ubicó a medio juego de la clasificación. De aquí a siete días, habrán novedades.
Opinión / LVBP
Por la resurrección
Federico Rojas Martínez
martes, 04 de diciembre de 2007
Mientras los electores venezolanos definían sus respectivas posturas ante el proyecto de reforma constitucional, los Tiburones de La Guaira vivían un nuevo proceso de transición. Esta vez, o mejor dicho, nuevamente un caso de cambio dirigencial.
Con cuatro caídas en la última semana de noviembre, los escualos vieron como su desempeño terminó de resbalar hasta perder casi toda su efectividad, al punto de ubicarse en el sótano de la tabla clasificatoria, con resultados que también generaron la caída de su estratega original para la presente contienda, Julio Viñas, quien como es común en estos casos, cargó con toda la responsabilidad.
Los resultados le valieron el despido al técnico de origen cubano, pero esto no significó una descalificación por la labor realizada, o al menos eso nos hizo entender el gerente deportivo del equipo, Antonio José Herrera, quien reconoció la entrega de Viñas.
“La directiva reconoce el esfuerzo de Julio Viñas, que se materializó en un buen rendimiento del equipo hasta el 12 de noviembre, cuando Tiburones logró ascender hasta el segundo lugar de la tabla de posiciones”, una acotación que confirma el monitoreo exacto que tenía la gerencia litoralense sobre la labor del estratega.
Pero más allá de los cuatro reveses finales de noviembre, la gota que derramó el vaso de paciencia de la directiva fueron las nueve derrotas en 11 compromisos que sumó la divisa, muchas de ellas con amplia desventaja en la pizarra. Unos números que bastaron para que, otra vez, Carlos Subero apareciera en escena, ahora para asumir desde la recta final de la ronda regular.
Y es que la decisión de contratar a Subero tiene como finalidad principal, reordenar al plantel que parece haber perdido la brújula, con un dirigente que, si bien tenía mucho contacto con los jugadores, carecía de mano dura ante la actitud de varios de ellos. Un indicativo de la falta de experiencia de Viñas, al menos en lo que a dirigir un conjunto de béisbol se refiere y destacando el ambiente liberal que reina en el clubhouse derecho del parque de la Ciudad Universitaria.
Lo cierto es que, pese a los resultados y a tan solo una buena semana para regresar a la pelea, es dificil comprender una medida tan drástica como esta, cuando los escualos figuran a tan sólo dos juegos y medio de la clasificación.
Ahora, cierto es también que la paciencia del guairista tiene un límite más piadoso que la de otros, por la sed de títulos que tiene la divisa, que no logra un resultado global positivo desde hace 21 años. Un detallito.
La llegada de Subero, que no es tan extraña, es tan propicia como la navidad para los venezolanos. Sirve para calmar las aguas turbulentas por las que transitaba el tiburón hambriento, ese que busca alimento enfrentando cualquier adversidad y que, en este caso, precisa de una serie de nutrientes que le regresen esa vitalidad que tuvo o al menos aparentó durante la primera mitad de zafra.
Pero, ¿por qué Subero?, pues simple y llanamente por sus antecedentes como antigua ficha del club, porque conoce a varios de los miembros del róster actual, por su experiencia en éste tipo de situaciones, –recordamos Leones del Caracas 2005-2006 – y por si fuera poco, por su relación con Oswaldo Guillén, quien hace un par de meses lo recomendó para dirigir la sucursal doble-A de los Medias Blancas de Chicago.
“Hacía falta un cambio y lo hicimos [...] Él conoce la Liga y es un buen mánager. Nos puede ayudar mucho. Además sabe como jugar con los muchachos”, también dijo Herrera acerca del nuevo timonel, el noveno piloto de los litoralenses en las últimas cuatro campañas.
Aunque está al tanto de las circunstancias, Subero ha sido claro en su exposición. "No vengo a jugar a ser el salvador. La fanaticada no se merece que la engañemos".
Con el regreso de Alex Sánchez y Max Ramírez, el estratega cuenta con un plantel sólido que hasta antes de su llegada justificaba su caída libre con la segunda peor efectividad de la Lvbp (4.13) y el liderato en boletos otorgados con 158 en casi 360 episodios, cifras que también generaron la salida del instructor de lanzadores, Roberto Espinoza.
Además, si el pitcheo es una incógnita, la ofensiva no se queda atrás, siendo esta la peor del circuito, al sonar colectivamente para un pobre .242, con sólo 143 carreras y un paupérrimo porcentaje de embasado de .331. Guarismos que, sin duda, reflejan el flojo rendimiento de una de las tradicionales divisas del béisbol profesional venezolano.
Ahora, Subero tendrá que aplicar la misma fórmula que experimentó con los melenudos hace dos contiendas: una mezcla cautelosa de talento con experiencia y un manejo prolijo de las situaciones de juego, algo que para Viñas fue casi una tarea imposible, pero que para esta opción podría resultar en el significado de la raíz del dogma de su nuevo dirigente: buenas nuevas.
Los datos
-Cuando rescató lo que hizo Omar Malavé(21-22) con los Leones en la 2005-2006, Subero ganó 14 de 19 y armó de guáramo a los capitalinos hasta que salieron campeones de la Lvbp y de la Serie del Caribes Maracay-Valencia.
- De por vida, en tres campañas como dirigente en la Lvbp, el caraqueño de 35 años de edad tiene marca de 36-44. Todo con el Caracas.
- En siete años como estratega en las filiales de los Vigilantes de Texas, Subero registra 324 triunfos y 342 reveses.
Federico Rojas Martínez
martes, 04 de diciembre de 2007
Mientras los electores venezolanos definían sus respectivas posturas ante el proyecto de reforma constitucional, los Tiburones de La Guaira vivían un nuevo proceso de transición. Esta vez, o mejor dicho, nuevamente un caso de cambio dirigencial.
Con cuatro caídas en la última semana de noviembre, los escualos vieron como su desempeño terminó de resbalar hasta perder casi toda su efectividad, al punto de ubicarse en el sótano de la tabla clasificatoria, con resultados que también generaron la caída de su estratega original para la presente contienda, Julio Viñas, quien como es común en estos casos, cargó con toda la responsabilidad.
Los resultados le valieron el despido al técnico de origen cubano, pero esto no significó una descalificación por la labor realizada, o al menos eso nos hizo entender el gerente deportivo del equipo, Antonio José Herrera, quien reconoció la entrega de Viñas.
“La directiva reconoce el esfuerzo de Julio Viñas, que se materializó en un buen rendimiento del equipo hasta el 12 de noviembre, cuando Tiburones logró ascender hasta el segundo lugar de la tabla de posiciones”, una acotación que confirma el monitoreo exacto que tenía la gerencia litoralense sobre la labor del estratega.
Pero más allá de los cuatro reveses finales de noviembre, la gota que derramó el vaso de paciencia de la directiva fueron las nueve derrotas en 11 compromisos que sumó la divisa, muchas de ellas con amplia desventaja en la pizarra. Unos números que bastaron para que, otra vez, Carlos Subero apareciera en escena, ahora para asumir desde la recta final de la ronda regular.
Y es que la decisión de contratar a Subero tiene como finalidad principal, reordenar al plantel que parece haber perdido la brújula, con un dirigente que, si bien tenía mucho contacto con los jugadores, carecía de mano dura ante la actitud de varios de ellos. Un indicativo de la falta de experiencia de Viñas, al menos en lo que a dirigir un conjunto de béisbol se refiere y destacando el ambiente liberal que reina en el clubhouse derecho del parque de la Ciudad Universitaria.
Lo cierto es que, pese a los resultados y a tan solo una buena semana para regresar a la pelea, es dificil comprender una medida tan drástica como esta, cuando los escualos figuran a tan sólo dos juegos y medio de la clasificación.
Ahora, cierto es también que la paciencia del guairista tiene un límite más piadoso que la de otros, por la sed de títulos que tiene la divisa, que no logra un resultado global positivo desde hace 21 años. Un detallito.
La llegada de Subero, que no es tan extraña, es tan propicia como la navidad para los venezolanos. Sirve para calmar las aguas turbulentas por las que transitaba el tiburón hambriento, ese que busca alimento enfrentando cualquier adversidad y que, en este caso, precisa de una serie de nutrientes que le regresen esa vitalidad que tuvo o al menos aparentó durante la primera mitad de zafra.
Pero, ¿por qué Subero?, pues simple y llanamente por sus antecedentes como antigua ficha del club, porque conoce a varios de los miembros del róster actual, por su experiencia en éste tipo de situaciones, –recordamos Leones del Caracas 2005-2006 – y por si fuera poco, por su relación con Oswaldo Guillén, quien hace un par de meses lo recomendó para dirigir la sucursal doble-A de los Medias Blancas de Chicago.
“Hacía falta un cambio y lo hicimos [...] Él conoce la Liga y es un buen mánager. Nos puede ayudar mucho. Además sabe como jugar con los muchachos”, también dijo Herrera acerca del nuevo timonel, el noveno piloto de los litoralenses en las últimas cuatro campañas.
Aunque está al tanto de las circunstancias, Subero ha sido claro en su exposición. "No vengo a jugar a ser el salvador. La fanaticada no se merece que la engañemos".
Con el regreso de Alex Sánchez y Max Ramírez, el estratega cuenta con un plantel sólido que hasta antes de su llegada justificaba su caída libre con la segunda peor efectividad de la Lvbp (4.13) y el liderato en boletos otorgados con 158 en casi 360 episodios, cifras que también generaron la salida del instructor de lanzadores, Roberto Espinoza.
Además, si el pitcheo es una incógnita, la ofensiva no se queda atrás, siendo esta la peor del circuito, al sonar colectivamente para un pobre .242, con sólo 143 carreras y un paupérrimo porcentaje de embasado de .331. Guarismos que, sin duda, reflejan el flojo rendimiento de una de las tradicionales divisas del béisbol profesional venezolano.
Ahora, Subero tendrá que aplicar la misma fórmula que experimentó con los melenudos hace dos contiendas: una mezcla cautelosa de talento con experiencia y un manejo prolijo de las situaciones de juego, algo que para Viñas fue casi una tarea imposible, pero que para esta opción podría resultar en el significado de la raíz del dogma de su nuevo dirigente: buenas nuevas.
Los datos
-Cuando rescató lo que hizo Omar Malavé(21-22) con los Leones en la 2005-2006, Subero ganó 14 de 19 y armó de guáramo a los capitalinos hasta que salieron campeones de la Lvbp y de la Serie del Caribes Maracay-Valencia.
- De por vida, en tres campañas como dirigente en la Lvbp, el caraqueño de 35 años de edad tiene marca de 36-44. Todo con el Caracas.
- En siete años como estratega en las filiales de los Vigilantes de Texas, Subero registra 324 triunfos y 342 reveses.
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