Federico Rojas Martínez
miércoles, 26 de diciembre de 2007
No hay otra manera de sintetizar los éxitos del béisbol que resaltando la tarea de un serpentinero, uno bueno, de esos que tira strikes y no deja que el bateador se aproveche de sus errores para apoderarse de la cuenta.
En la décima primera semana de ronda regular, la penúltima de la actual contienda, se recaudaron varios episodios de ese tipo de trabajo monticular, dentro del staff de lanzadores de Tiburones de La Guaira, el equipo que tomó Carlos Subero al terminar noviembre y que por ahora es el quinto clasificado para la postemporada.
Cuando todo parecía encaminado, los litoralenses sufrieron un duro traspié, al caer hasta cuatro veces durante uno de los períodos más complicados, por tratarse de la recta final y por las circunstancias por las que atraviesa la tabla de clasificación, que tiene a cuatro equipos en procura de un cupo para jugar en enero.
Después de ganar cuatro partidos en la décima semana de acción, La Guaira vio como su rendimiento era opacado por los dos equipos que hasta ahora tienen su presencia garantizada en la siguiente fase, Caribes y Tigres, quienes le propinaron par de zancadillas para apretar aun más la disputa por la clasificación.
Entre jueves y domingo registraron marca de 2-2, para ubicarse un un lugar que le permitiría jugar la siguiente fase. Y es que mientras Caracas estaba de gira y sumaba laureles, los escualos aprovecharon la división de honores entre capitalinos y Águilas del Zulia, que aunado al terrible momento que viven los Navegantes del Magallanes, les permitió terminar en el quinto lugar antes de la llegada del Niño Jesús.
Clave - Si bien el registro fue negativo, ello no implicó una modificación en su posición, gracias a la destacable actuación del pitcheo, que se combinó en las dos victorias para evitar dos caídas ante los siempre peligrosos Tigres de Aragua, un rival que encararon tres veces, dos de ellas como visitante.
El puertorriqueño Willie Collazo realizó dos presentaciones de calidad ante los bengalíes y aunque ganó una y en la otra salió sin decisión, el zurdo demostró que está para el reto y se acopló al sistema de la pelota venezolana, que con el pasar de los años ha adquirido mayor nivel en lo que a rendimiento y desempeño del talento joven se refiere.
Collazo completó 14.2 episodios durante sus dos salidas ante los campeones defensores, en las que le conectaron 13 imparables mientras toleró apenas tres anotaciones.
Desde el morrito, el lanzador mostró su planteamiento para encarar situaciones de éste tipo. Apeló a la mezcla de pitcheos con un trabajo minucioso en la localización, lo que le permitió mantener fuera de balance a los bateadores que puso Welby Bailey en las dos presentaciones.
“Tengo que cambiar velocidad para mantenerlos a ellos (los bateadores) fuera de balance. No soy un lanzador de gran velocidad. Es más bien localizar y cambiar la velocidad”, explicó el zurdo.
Con esta labor, en la que Collazo regaló un solo pasaporte y guillotinó a seis contrarios, la rotación de los escualos consiguió la compaginación que requiere un equipo de postemporada y vaya manera de hacerlo, ante su público, a pocas horas de la llegada del niño y con la satisfacción de aportar para su club en un momento tan importante.
El público fue agradecido con el grandeliga y le correspondieron con una enérgica ovación que coreaba “Collazo, Collazo”, al ritmo de la samba de la tribuna derecha del parque de la UCV.
“Aquí hay mucha gente [...] Es un éxito, eso es lo mejor”, dijo el boricua con respecto al calor de la afición guairista.
Dicha situación generó tanta alegría en la cueva de los litoralenses que hasta Francisco Arocha, presidente de la divisa y quien es un hombre de pocos gestos emocionales, tenía una sonrisa estampada en su rostro el pasado 23 de diciembre, que era imposible esconder.
Collazo dejó un sabor dulce en las mentes saladas que se dispusieron a disfrutar de las festividades con la sensación de estar en la postemporada, un tema que se habla en voz baja, pero que se respira en el clubhouse, con aspiraciones expuestas en voz alta: “Si dividimos con Bravos, clasificamos”, se escuchó decir a uno de los asistentes de la organización, después del triunfo del domingo. Volverá Jesús, se acercará enero y Collazo tendrá otra oportunidad de apuntalar a su equipo hacia la siguiente fase.
Guante amarra madera – Durante la penúltima semana de acción, los Tiburones ligaron para .262(19-51) y promediaron cuatro carreras por partido. Cifras con las que se podía pelear para ganar más que dos de seis presentaciones.
Sin embargo, la defensiva les jugó una mala pasada y no pudieron siquiera jugar para .500. En la semana cometieron nueve errores y dejaron el registro mencionado, mientras que en los 11 partidos previos incurrieron en seis pifias y registraron 8-3.
Días atrás, Subero mencionó que no cambiaría el pitcheo y la defensa por nada, por lo que si se busca cerrar fuerte, el trabajo de Collazo debería servir de ejemplo para los responsables de resguardar las carreras, y así como lo hizo con la pelota, expresó su compromiso ante los micrófonos: “Aquí hay que ganar, tenemos que olvidarnos de los demás equipos y hacer nuestro trabajo [...]Tenemos que ir juego por juego y ganar al menos dos de cuatro”, sentenció el abridor que ahora tiene marca de 3-2 con 3.02 de efectividad.
Notas:
- Danny Sandoval está envuelto en una cadena de siete partidos corridos con al menos un imparable. En ese lopso, el infielder ligó 11 cohetes en 29 viajes.
- Liu Rodríguez también acumula siete partidos seguidos con imparable, sumando 10 inatrapables en 25 veces.
- El receptor Edwin Bellorín sigue siendo evaluado día a día, para que se recupere de una lesión en su pierna izquierda.
- El lanzador Brandon Puffer entró en nómina por Kevin Barry, quien debió regresar a EE UU por problemas en su cuello. Puffer está listo para entrar en acción.
- El también lanzador, Gustavo Mata, podría ser incorporado al roster durante la semana final de ronda regular.
- Liu Rodríguez también acumula siete partidos seguidos con imparable, sumando 10 inatrapables en 25 veces.
- El receptor Edwin Bellorín sigue siendo evaluado día a día, para que se recupere de una lesión en su pierna izquierda.
- El lanzador Brandon Puffer entró en nómina por Kevin Barry, quien debió regresar a EE UU por problemas en su cuello. Puffer está listo para entrar en acción.
- El también lanzador, Gustavo Mata, podría ser incorporado al roster durante la semana final de ronda regular.
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