LVBP / El camino al título

jueves, 13 de diciembre de 2007

Opinión / LVBP

Leve entonación
Federico Rojas Martínez
lunes, 26 de noviembre de 2007

Amaneció otra vez y Caracas todavía está en el sótano de la tabla clasificatoria de la presente contienda. Con cuatro triunfos y dos derrotas en la séptima semana, los capitalinos mejoraron su marca y hasta alcanzaron las quince victorias, aunque ello no implicó una mejoría en la tabla clasificatoria.

Aquel abanico de virtudes, trabado por la falta de compenetración, pareció alcanzar el mínimo desempeño que se exige en la actual Lvbp para alcanzar los triunfos con mayor regularidad. Solo que esa disposición no le basta al Caracas, que tiene que sumar victorias en racha para escalar hasta los puestos de postemporada.

¿Qué marcó la mejoría?, el sólido trabajo de los lanzadores. Destacando al cuerpo de relevistas, que ganó tres de las cuatro decisiones triunfales. Los zulianos Edwin Moreno y Carlos Bohórquez se combinaron para 3-0 con 2.90 de efectividad y cinco ponches.

Bohórquez se las arregló para dominar a los contrarios con batazos por el piso, pero también mostró su descontrol, al regalar hasta cinco pasaportes en igual número de entradas.

Los bates también respondieron, promediando .285 entre los seis partidos, pero siempre fueron los mismos. Entre Castillo y Maldonado quedó el peso ofensivo de una alineación que seguirá modificándose, por la próxima salida de Omar Vizquel y la llegada de Bob Abreu.

La línea central, compuesta por Maldonado, Scutaro, Vizquel y Gutiérrez solventó algunos problemas defensivos. Además, Castillo jugando en el bosque izquierdo, fue artífice de varias maniobras defensivas que salvaron a los felinos ante Aragua y Anzoátegui.

Con el pitcheo abridor casi establecido, el bullpen en contínua evolución y la ofensiva entonando a media máquina, al timonel Hernández le resta definir el tema defensivo, donde surge otro abanico. Éste, de alternativas.

Con Henry Blanco detrás del plato se pierde en el aspecto ofensivo, pero la solvencia defensiva y la jerarquía valorizan las oportunidades del capitán melenudo. Con Maldonado el tema es diferente. Tiene 12 partidos consecutivos con al menos un imparable y desde que se sumó a los Leones batea para .511(47-24), con cinco remolques. Mérito suficiente como para inclinarse por el marabino. Como dicen por allí: “El que batea, juega”.

En la séptima semana, las cuatro victorias que sumaron los pupilos de Hernández tuvieron a la ofensiva como elemento particular. Una herramienta que sirvió para iniciar arriba en la pizarra en tres de sus cuatro victorias y que rindió frutos en el partido que dio vuelta, el pasado viernes ante Caribes, en un choque que perdían por cuatro.

Entre los cuatro triunfos, los capitalinos promediaron más de siete carreras por partido y un promedio de .345 (145-50), mientras que en las dos caídas, la ofensiva ligó para un pobre .145, con una carrera producida.

El pitcheo mostró mejorías con la presencia de José Ascanio y de Edwin Moreno, pero más allá de ellos, destacó el trabajo de José Santiago, quien pareció un abridor en labores de relevo de emergencia. Deducimos que por lo pronto, el rol del boricua es circunstancial, pero no podríamos descartar una tentativa oportunidad como iniciador. Claro, después del nuevo experimento que emplearán los melenudos, al incluir a Brian Slocum en la rotación. El estadounidense que integra el roster en el puesto de Drew Macías.

Santiago ha sido claro en sus intenciones o al menos eso expresó en su primera cita con la prensa. “Trato de atacar la zona baja del plato, con la sinker”, dijo en referencia a su herramiento principal.

“Vine a ayudar al equipo. Dónde me pongan, estaré. Vine a trabajar para meter al equipo en los playoff”, añadió el derecho de 34 años.

El cuerpo técnico quedó satisfecho con la actuación de Eric Cyr, el pasado 20 de noviembre ante los Tigres, en Maracay. El zurdo trabajó siete entradas en las que permitió tres imparables y otorgó un solo pasaporte.

La destacada labor del zurdo, que fue distinguida con su primer laurel de la zafra, lo ratifica en el orden de abridores, aunque cabe destacar que en los últimos días presentó molestias en la espalda, por lo que sus próximas presentaciones dependerán de su estabilidad física.

El tema de la rotación podría terminar de esclarecerse con el último paso de Juan Carlos Gutiérrez, quien está a punto de recibir el permiso de los Astros de Houston para entrar en acción.

SE VA VIZQUEL – No es nada extraño porque se supo desde un principio: Vizquel jugará hasta el 29 de noviembre. Ni más ni menos, y más que salir de acción, es el fin de su legado en el campocorto de los Leones, una etiqueta que alguna vez tuvo Alex González, aunque éste no le dio continuidad desde que se estableció en las mayores. Una situación similar a la que vivió el propio Vizquel, cuando daba sus primeros pasos en las mayores.

Ante su salida, el reemplazo es Gregorio Petit. Justa decisión para un joven que acaba de ser incluído en el róster de 40 de los Atléticos de Oakland.

CASO LISSON – Los costosos errores defensivos del novel Mario Lisson tienen al estratega Carlos Hernández y a su cuerpo técnico, en una inquietud interminable.

Desde que el antesalista paró de batear no existe argumento alguno que justifique su presencia a diario. Si bien le ha respondido en momentos importantes a la confianza del estratega guayanés, Lisson ha disminuido su aporte con el madero, al punto de ligar para .156 en los últimos 10 partidos, producto de cinco imparables en 32 apariciones, entre las que incluye nueve ponches. Una clara muestra de irregularidad, que junto a la presencia de José Castillo, Alejandro Prieto y Marco Yépez hace más evidente una modificación casi obligada en la defensa de la tercera almohadilla, para terminar de compactar el cuadro interior y el aspecto defensivo.

Son varias las opciones que tiene Hernández. Por ejemplo, Castillo podría bajar a la antesala y César Quintero ocupar el jardín izquierdo. O el mismo Prieto, que estuvo firme en la cobertura de la esquina caliente durante el único partido que abrió en la semana.

Pese a las dudas, los números arrojan que en los seis compromisos, el Caracas estuvo impecable con el guante. Casi a la perfección. Casualmente, las dos únicas pifias que cometieron al campo, fue una desatención de Lisson ante Bravos, que sirvió la escena para que Miguel Montero los sentenciara en el Universitario, el pasado 22 de noviembre y una jugada fortuita que Scutaro no pudo manejar ante Caribes, en el revés del 24.

INSÓLITO El tema de la logística es uno de los aspectos que desvirtua el tema beisbolístico en la Lvbp.

En las últimas dos semanas se suscitaron dos escenas que alteraron la rutina de los jugadores: Tiburones tuvo un percance con el traslado de sus jugadores y, Stephen Randolph, abridor del primero de la serie entre Tiburones y Caribes, escenificada en Puerto La Cruz, arribó al Alfonso “Chico” Carrasquel, pasadas las seis de la tarde.

Un caso parecido vivieron Navegantes del Magallanes y Bravos de Margarita, que debieron retrasar una hora su compromiso del sábado por el retraso del vuelo Charter que los trasladó a la Isla.

Es cierto que la dinámica de los viajes se modificó con el cambio de sede, pero se deben tomar las máximas previsiones para evitar estas escenas, que principalmanete afecta el desempeño de los peloteros.

Entrando a la octava semana, Caracas debe jugar 26 veces más y si las tendencias de clasificación no han sido alteradas, los capitalinos tendrían que ganar al menos 15 de esas 26 disputas. Aún así, con todas las irregularidades, Caracas está a solo dos juegos y medio de la clasificación. Una muestra de lo insólito que es el béisbol, una distinción que le da ese gusto a la pelota. Y más a la nuestra, que de por si lleva el picante en su esencia.

Los abucheados de la semana
Carlos Hernández (tercera semana corrida)
Jorge Julio Tapia (quiso justificar su salida en las sentencias del principal Dario Rivero)

No hay comentarios: